Valores para una Vida de oración Existen siete valores para construir una vida de oración. Este día vamos a aprender tres. Valor 1: Oración temprano en la mañanaLa oración matutina cambia la vida. No sé cómo pasó ni cuándo pasó, pero descubrí un secreto glorioso que ha revolucionado mi ser: Haz de Jesús la primera …
Día 10
Mensaje:
Valores para una Vida de oración
Existen siete valores para construir una vida de oración. Este día vamos a aprender tres.
Valor 1: Oración temprano en la mañana
La oración matutina cambia la vida. No sé cómo pasó ni cuándo pasó, pero descubrí un secreto glorioso que ha revolucionado mi ser: Haz de Jesús la primera persona que mires, la primera persona que escuches y la primera persona con la que hables, y cambiará el resto de tu día. La vida de oración se forma en la oración de la mañana. La oración matutina me salvó de decisiones incorrectas, y me ha dado una mayor revelación de Dios. La oración matutina me refuerza su bondad amorosa. La oración matutina es un sacrificio que vale cualquier esfuerzo porque es allí donde presentamos nuestra vida y la de nuestra familia delante de Dios, incluso antes de que ellos hayan despertado a un nuevo día.
Valor 2: Ayuno semanal y mensual
Si estuviera en mi lecho de muerte y me preguntaran cuáles son las tres cosas que han provocado el mayor impacto en mi vida espiritual, sin dudarlo diría que el ayuno, la meditación y la oración en el Espíritu. Estas tres cosas combinadas han acelerado mi vida en Dios como ninguna otra. El ayuno calma mi alma y hace que mi espíritu se eleve dentro de mí. La Palabra se vuelve más fuerte y clara durante el ayuno; el ayuno me libra del temor al hombre, me libera del espíritu político, del espíritu de networking y de la ambición egoísta. El ayuno refuerza la filiación: nuestro amor al Padre, nuestra autoridad en el Espíritu y nuestra herencia en Cristo. El ayuno expresa anhelo y deseo por el regreso de Cristo. El ayuno trae consigo un gran avance, ya que refuerza la autoridad y el poder en la vida del creyente. Ayunar juntos como un cuerpo corporativo de creyentes trae mayor responsabilidad y gracia. La oración y el ayuno acumulados a lo largo del tiempo liberan actividad angelical y nueva revelación. Un estilo de vida de ayuno cultiva el espíritu precursor.
Valor 3: Orar en lenguas
Ni siquiera puedo empezar a expresar cuán valiosos han sido los tiempos prolongados de oración en el Espíritu para mi desarrollo espiritual. En mi opinión, aquello por lo que el diablo ha luchado horas extras, para impedir que la iglesia entienda que esta es una de las claves principales que nos llevará a la madurez, la autoridad y la unidad. Orar en lenguas me lleva a una conexión directa con Dios. Orar en lenguas trae el espíritu de revelación, que me da comprensión de los misterios. Orar en lenguas fortalece nuestro ser y forma el carácter de Cristo en nuestra alma. Orar en lenguas es clave en la guerra espiritual.
Día 10
Valores para una Vida de oración
Día 10
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Valores para una Vida de oración
Existen siete valores para construir una vida de oración. Este día vamos a aprender tres.
Valor 1: Oración temprano en la mañana
La oración matutina cambia la vida. No sé cómo pasó ni cuándo pasó, pero descubrí un secreto glorioso que ha revolucionado mi ser: Haz de Jesús la primera persona que mires, la primera persona que escuches y la primera persona con la que hables, y cambiará el resto de tu día. La vida de oración se forma en la oración de la mañana. La oración matutina me salvó de decisiones incorrectas, y me ha dado una mayor revelación de Dios. La oración matutina me refuerza su bondad amorosa. La oración matutina es un sacrificio que vale cualquier esfuerzo porque es allí donde presentamos nuestra vida y la de nuestra familia delante de Dios, incluso antes de que ellos hayan despertado a un nuevo día.
Valor 2: Ayuno semanal y mensual
Si estuviera en mi lecho de muerte y me preguntaran cuáles son las tres cosas que han provocado el mayor impacto en mi vida espiritual, sin dudarlo diría que el ayuno, la meditación y la oración en el Espíritu. Estas tres cosas combinadas han acelerado mi vida en Dios como ninguna otra. El ayuno calma mi alma y hace que mi espíritu se eleve dentro de mí. La Palabra se vuelve más fuerte y clara durante el ayuno; el ayuno me libra del temor al hombre, me libera del espíritu político, del espíritu de networking y de la ambición egoísta. El ayuno refuerza la filiación: nuestro amor al Padre, nuestra autoridad en el Espíritu y nuestra herencia en Cristo. El ayuno expresa anhelo y deseo por el regreso de Cristo. El ayuno trae consigo un gran avance, ya que refuerza la autoridad y el poder en la vida del creyente. Ayunar juntos como un cuerpo corporativo de creyentes trae mayor responsabilidad y gracia. La oración y el ayuno acumulados a lo largo del tiempo liberan actividad angelical y nueva revelación. Un estilo de vida de ayuno cultiva el espíritu precursor.
Valor 3: Orar en lenguas
Ni siquiera puedo empezar a expresar cuán valiosos han sido los tiempos prolongados de oración en el Espíritu para mi desarrollo espiritual. En mi opinión, aquello por lo que el diablo ha luchado horas extras, para impedir que la iglesia entienda que esta es una de las claves principales que nos llevará a la madurez, la autoridad y la unidad. Orar en lenguas me lleva a una conexión directa con Dios. Orar en lenguas trae el espíritu de revelación, que me da comprensión de los misterios. Orar en lenguas fortalece nuestro ser y forma el carácter de Cristo en nuestra alma. Orar en lenguas es clave en la guerra espiritual.