Gracia y Verdad

• Juan 1:14 LBLA “Y el Verbo se hizo carne, y habitó entre nosotros, y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad.”

Lleno de gracia y de verdad

• Juan 8:1-11 LBLA “Pero Jesús se fue al Monte de los Olivos. [2] Y al amanecer, vino otra vez al templo, y todo el pueblo venía a Él; y sentándose, les enseñaba. [3] Los escribas y los fariseos trajeron a una mujer sorprendida en adulterio, y poniéndola en medio, [4] le dijeron: Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en el acto mismo del adulterio. [5] Y en la ley, Moisés nos ordenó apedrear a esta clase de mujeres; ¿tú, pues, qué dices? [6] Decían esto, probándole, para tener de qué acusarle. Pero Jesús se inclinó y con el dedo escribía en la tierra. [7] Pero como insistían en preguntarle, Jesús se enderezó y les dijo: El que de vosotros esté sin pecado, sea el primero en tirarle una piedra. [8] E inclinándose de nuevo, escribía en la tierra. [9] Pero al oír ellos esto, se fueron retirando uno a uno comenzando por los de mayor edad, y dejaron solo a Jesús y a la mujer que estaba en medio. [10] Enderezándose Jesús, le dijo: Mujer, ¿dónde están ellos? ¿Ninguno te ha condenado? [11] Y ella respondió: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: Yo tampoco te condeno. Vete; desde ahora no peques más.”

1. Aceptados en Cristo, no por nuestras obras

La gracia grita aceptación

La condenación grita rechazo

Dios me acepta por gracia.

“Debemos entender que Dios nos acepta tal como somos, pero no nos deja tal

como estamos. Por eso, podemos afirmar que: La gracia proclama aceptación para que abracemos la corrección”.

2. La aceptación no cancela la corrección

• Juan 1:14 LBLA “Y el Verbo se hizo carne, y habitó entre nosotros, y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad.”

“La gracia grita aceptación para que abracemos la aprobación”.

3. La aprobación viene con la obediencia

La gracia abraza la fidelidad, 

La gracia abraza el carácter

La gracia abraza la obediencia.