David, un corazón conforme a Dios

1. Un corazón obediente a la voluntad de Dios. ¿Vives por reacción humana o bajo la dirección de Dios? “La dualidad siempre se presentará, honrar a Dios o seguir mis deseos” 2. Un corazón arrepentido y sensible al pecado. "No puedes garantizar que no caerás, pero sí puedes asegurar el perdón si te arrepientes de …

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Versión de solo audio:

  • Hechos 13:22 NTV “Pero Dios quitó a Saúl y lo reemplazó con David, un hombre de quien Dios dijo: He encontrado en David, hijo de Isaí, a un hombre conforme a mi propio corazón; él hará todo lo que yo quiero que haga».

1. Un corazón obediente a la voluntad de Dios.

  • 1 Samuel 13:14 NTV “Pero ahora tu reino tiene que terminar, porque el SEÑOR ha buscado a un hombre conforme a su propio corazón. El SEÑOR ya lo ha nombrado para ser líder de su pueblo, porque tú no obedeciste el mandato del SEÑOR.”.

¿Vives por reacción humana o bajo la dirección de Dios?

  • 1 Samuel 23:1-2 NTV “Un día le llegaron noticias a David de que los filisteos estaban en la ciudad de Keila robando el grano de los campos de trillar. [2] Entonces David le preguntó al SEÑOR: -¿Debo ir y atacarlos? -Sí, ve y salva a Keila -le dijo el SEÑOR.”
  • 2 Samuel 5:18-19 NTV “Los filisteos llegaron y se desplegaron por todo el valle de Refaim. [19] Entonces David le preguntó al SEÑOR: -¿Debo salir a pelear contra los filisteos? ¿Los entregarás en mis manos? El SEÑOR le contestó a David: -Sí, adelante. Te aseguro que te los entregaré.”

“La dualidad siempre se presentará, honrar a Dios o seguir mis deseos”

2. Un corazón arrepentido y sensible al pecado.

  • Salmos 51:10-11 NTV “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio y renueva un espíritu fiel dentro de mí. [11] No me expulses de tu presencia y no me quites tu Espíritu Santo.”
  • 2 Samuel 12:13 NTV “Entonces David confesó a Natán: -He pecado contra el SEÑOR. Natán respondió: -Sí, pero el SEÑOR te ha perdonado, y no morirás por este pecado.” 

«No puedes garantizar que no caerás, pero sí puedes asegurar el perdón si te arrepientes de verdad.»

“El inocente pide justicia, el culpable pide misericordia” 

3. Un corazón apasionado por la presencia de Dios.

  • Salmos 27:4-5 NTV “Lo único que le pido al SEÑOR -lo que más anhelo- es vivir en la casa del SEÑOR todos los días de mi vida, deleitándome en la perfección del SEÑOR y meditando dentro de su templo. [5] Pues él me  ocultará allí cuando vengan dificultades; me esconderá en su santuario. Me pondrá en una roca alta donde nadie me alcanzará.”
  • Salmo 103:1-5 NVI “Alaba, alma mía, al SEÑOR; alabe todo mi ser su santo nombre. [2] Alaba, alma mía, al SEÑOR, y no olvides ninguno de sus beneficios. [3] Él perdona todos tus pecados y sana todas tus dolencias; [4] él rescata tu vida del sepulcro y te cubre de amor y compasión; [5] él colma de bienes tu vida y te rejuvenece como a las águilas.”

“Un corazón conforme a Dios no es perfecto, pero sí dispuesto, arrepentido y apasionado”. 

“Dios busca hombres y mujeres con corazones que laten al ritmo del cielo”.

  • Juan 5:30 LBLA “Yo no puedo hacer nada por iniciativa mía; como oigo, juzgo, y mi juicio es justo porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me envió.”
  • Filipenses 2:5-8 LBLA “Haya, pues, en vosotros esta actitud que hubo también en Cristo Jesús, [6] el cual, aunque existía en forma de Dios, no consideró el ser igual a Dios como algo a qué aferrarse, [7] sino que se despojó a sí mismo tomando forma de siervo, haciéndose semejante a los hombres. [8] Y hallándose en forma de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.”
  • Salmos 51:1-12 NTV “Ten misericordia de mí, oh Dios, debido a tu amor inagotable; a causa de tu gran compasión, borra la mancha de mis pecados. [2] Lávame de la culpa hasta que quede limpio y purifícame de mis pecados. [3] Pues reconozco mis rebeliones; día y noche me persiguen. [4] Contra ti y solo contra ti he pecado; he hecho lo que es malo ante tus ojos. Quedará demostrado que tienes razón en lo que dices y que tu juicio contra mí es justo. [5] Pues soy pecador de nacimiento, así es, desde el momento en que me concibió mi madre. [6] Pero tú deseas honradez desde el vientre y aún allí me enseñas sabiduría. [7] Purifícame de mis pecados, y quedaré limpio; lávame, y quedaré más blanco que la nieve. [8] Devuélveme la alegría; deja que me goce ahora que me has quebrantado. [9] No sigas mirando mis pecados; quita la mancha de mi culpa. [10] Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio y renueva un espíritu fiel dentro de mí. [11] No me expulses de tu presencia y no me quites tu Espíritu Santo. [12] Restaura en mí la alegría de tu salvación y haz que esté dispuesto a obedecerte.”
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Jacobo Ramos