María antes que Marta

María antes que Marta

El error que muchos cometen al mirar a Marta y a María en Lucas 10 es tratar de reducir esta historia a María versus Marta, pero es mucho más profundo. Realmente las dos tienen cosas importantes para resaltar; toda verdadera María se convertirá en una verdadera Marta. Cuando te sientas a los pies de Jesús te llenas de los sueños de su corazón, y eso te pone a trabajar para manifestar sus sueños en la tierra. Sin embargo, es absolutamente fundamental encontrarse a sus pies, buscar su rostro en todo momento, priorizarlo a Él sobre todas las cosas y necesidades que nos rodean. Hay un orden Divino, hay una buena parte, un primer
mandamiento. Hay primeras obras, y Jesús está estableciendo esta verdad en esta historia. ¿Por qué Martha no lo veía? Estaba demasiado ocupada, demasiado preocupada, demasiado absorta en algo, y sus ojos se habían fijado en lo que alguien más no estaba haciendo. No veía la prioridad ni el valor de estar en la presencia de Jesús, porque se había enfocado en María su hermana, quien no la estaba ayudando con los quehaceres al preferir estar a los pies del Señor.

“Siempre sabes que eres Marta primero cuando todo lo que ves son Marías a sus pies”.

Una de las lecciones más importantes que Jesús está enseñando aquí responde a esta pregunta: ¿Dónde encuentras tu recompensa principal? ¿Te definirán sus palabras o lo que hagas por Él? Si encuentras tu recompensa en las obras que haces para Él y no en Su presencia comenzarán a suceder cosas en tu vida, verás manifestarse en tu interior la comparación, la envidia y la acusación contra Jesús. Puedes ver esto claramente en la respuesta de Marta a Jesús: “¿No te importa que mi hermana me deje servir sola?” Marta estaba cuestionando la empatía y la justicia de Jesús

Existe una conexión directa entre la prioridad que le damos a escuchar a Dios y la autoridad que recibimos de Él al momento de compartir Su Palabra. María simplemente invirtió el bien más valioso: su tiempo, ella aprovechó cada oportunidad priorizando su tiempo con Dios. Sembró en un lugar donde la polilla y el orín no pueden destruir (ver Mateo 6:19-21) el resultado fue un tesoro eterno.

Te invito a hacer esta oración.

Señor quiero ser como María y hacer algo que nunca me será quitado, buscar tu presencia antes de cualquier otra cosa. Dios amado, elijo sentarme a los pies de Jesús, conectarme y escuchar tu Palabra porque es desde este lugar donde mi vida tendrá su mayor impacto y solo así podré desarrollar una vida de oración, una vida que agrade tu corazón, amén.