1. Dios piensa en generaciones. 2. La meta del enemigo - usar nuestras diferencias para separarnos. 3. Lo que Dios siempre ha querido. ¿Qué sucede cuando dos generaciones se unen?
Isaías 39:1-8 «En aquel tiempo, Merodac-baladán hijo de Baladán, rey de Babilonia, envió cartas y presentes a Ezequías, porque supo que había estado enfermo y que se había restablecido. 2 Se regocijó con ellos Ezequías y les mostró la casa de su tesoro: la plata y el oro, las especias, los ungüentos preciosos, toda su casa de armas y todo lo que se hallaba en sus tesoros. No hubo cosa en su casa y en todos sus dominios que Ezequías no les mostrara. 3 Entonces el profeta Isaías vino al rey Ezequías y le dijo: ¿Qué dicen estos hombres y de dónde han venido a ti? Ezequías respondió: De tierra muy lejana han venido a mí, de Babilonia. 4 Dijo entonces: ¿Qué han visto en tu casa? Y dijo Ezequías: Todo lo que hay en mi casa han visto; ninguna cosa hay en mis tesoros que no les haya mostrado. 5 Entonces dijo Isaías a Ezequías: Oye palabra de Jehová de los ejércitos: 6 “He aquí vienen días en que será llevado a Babilonia todo lo que hay en tu casa, lo que tus padres han atesorado hasta hoy; ninguna cosa quedará, dice Jehová. 7 De tus hijos que saldrán de ti y que habrás engendrado, tomarán, y serán eunucos en el palacio del rey de Babilonia.” 8 Y dijo Ezequías a Isaías: La palabra de Jehová que has hablado es buena. Y añadió: A lo menos, haya paz y seguridad en mis días.
1. Dios piensa en generaciones.
Niño – No toma responsabilidad por sus actos.
Hombre / Mujer – Se hace responsable por sus actos.
Padre o Madre – Toman una responsabilidad multigeneracional.
Cuando Dios se describió una de las maneras que lo hizo fue como el Dios de Abraham
2. La meta del enemigo – usar nuestras diferencias para separarnos.
3. Lo que Dios siempre ha querido.
¿Qué sucede cuando dos generaciones se unen?
1. Elí y Samuel – 1 Samuel 3
Se despierta la voz profética
2. La viuda y sus hijos – 2 Reyes 4:1-7
Milagros de provisión y libertad.
3. Multiplicación de los Panes y Peces – Mateo 14:13-21